El espacio sagrado
El espacio sagrado

El espacio sagrado

La gran mayoría de las personas paganas, independientemente del camino que sigamos, no tenemos un lugar de culto al que acudir para llevar a cabo nuestras ceremonias y celebraciones. Tampoco un espacio reconocido oficialmente al que acudir a meditar o a conectar con lo divino. Y es que, aunque para muchos de nosotros la naturaleza es nuestro Templo, no siempre disponemos de un entorno natural cerca de casa, ni podemos llevar a cabo todas nuestras prácticas espirituales en un lugar público. De esa necesidad de un lugar para desarrollar nuestra práctica personal nace el concepto de espacio sagrado.

Espacio sagrado      Espacio sagrado

¿Qué es un espacio sagrado?

En pocas palabras, un espacio sagrado constituye un lugar físico que representa nuestro santuario personal. En él, podremos realizar nuestras ceremonias y prácticas espirituales disponiendo de la intimidad, la seguridad y los elementos necesarios para llevarlas a cabo. A ojos de otras personas, se trata de nuestro pequeño rinconcito mágico.

La configuración del espacio sagrado constituye un reflejo del individuo y su visión sobre el camino espiritual que sigue, por lo que su aspecto y los elementos que lo componen son algo completamente personal. Además, las limitaciones físicas de muchos de nuestros hogares también influyen en nuestros espacios sagrados, por no hablar del hecho de que muchos de nosotros compartimos nuestra vivienda con nuestros seres queridos. Generalmente, además de algunos elementos decorativos de nuestro agrado y las herramientas utilizadas habitualmente, es frecuente encontrar un altar ante el cual desarrollar nuestra práctica espiritual, sea del tipo que sea.

Dependiendo de la importancia de lo que se vaya a hacer, ciertas actividades se pueden realizar simplemente en el espacio sagrado, como meditar o realizar una guardia de la llama. Sin embargo, otras más complejas, como la celebración de ciertos rituales y ceremonias estacionales, requerirán además del trazado de un círculo mágico para contener energías. En cualquier caso, estar en un espacio sagrado supone la ventaja de disfrutar de un ambiente sugerente y de disponer de todo cuanto necesitemos para nuestra práctica mágica sin necesidad de preocupaciones. ¡Razón de más para plantearse el crear uno en nuestro hogar!

Espacio sagrado

Consejos para crear tu propio espacio sagrado

Escoge una buena ubicación. El espacio sagrado puede encontrarse tanto dentro de casa como fuera de ella: el desván, el cuarto de estudio, el jardín o algún rincón perdido en la naturaleza son muy buenas opciones para crearlo. Un buen espacio sagrado ha de ser un lugar íntimo, tranquilo y seguro para ti. Las interrupciones y la sensación de peligro imposibilitan la concentración y el disfrute de tu práctica personal, así que mejor evitarlas.

Planifica bien los elementos que deseas incluir. Una vez hallado el lugar idóneo, lo mejor es diseñar cómo quieres que sea antes de lanzarte a decorarlo. No hay normas acerca de cómo ha de ser el espacio sagrado: puedes escoger cuadros que evoquen tu camino espiritual, utilizar candelabros para iluminar la estancia, usar alguna alfombra especial para tumbarte en ella, colgar algún adorno del techo… piensa en tu camino espiritual y trata de plasmarlo físicamente. ¡Libera tu creatividad!

Crea tu espacio sagrado. Teniendo en cuenta todo lo que has decidido en el paso anterior, ha llegado la hora de crear el espacio sagrado. Acondiciona el lugar y ve decorándolo a tu gusto, recordando que es un espacio en continuo cambio y que se va construyendo con el tiempo. Lo ideal es empezar con algo sencillo e ir añadiendo elementos. ¡No es necesario que corras a comprar media tienda esotérica para darle un aspecto mágico!

Erige un altar. Un altar es una superficie sobre la que frecuentemente trabajarás al hacer tus prácticas espirituales. En él encenderás velas en honor a alguna deidad, cortarás hierbas para tus brebajes, prepararás inciensos, crearás herramientas sagradas, practicarás adivinación y muchas otras cosas. Así, el propósito principal del altar es el de focalizar tu energía y tu intención de forma física para alcanzar un objetivo, es decir, para hacer magia. ¿Qué es la magia? En esta entrada puedes leerlo.

Ten a mano tus provisiones. Es aconsejable que las herramientas mágicas, las hierbas, los libros y demás útiles se encuentren en el espacio sagrado y cerca del altar para no tener que ir buscando por la casa en medio de un ritual. Puede ser útil agrupar todas las herramientas y demás objetos en cajas con contenido similar para localizarlos fácilmente. Una buena idea es ubicar el altar sobre una cómoda o estantería en la que guardarlo todo.

Manteniendo tu espacio

El espacio sagrado es un reflejo de tu camino espiritual y tu práctica mágica, así que asegúrate de mantenerlo en buen estado. Para ello, puedes limpiarlo con frecuencia, reparar los desperfectos que hayan podido surgir y cambiar aquellos elementos que sientas que ya no son tan importantes para ti. De esa forma, siempre podrás disfrutar de un entorno agradable y sugerente que te ayudará a conectar con tu faceta más espiritual. Con el tiempo verás cómo tu espacio sagrado evoluciona de la misma forma que lo hace tu camino. Esto no es en absoluto negativo: reconocer estos cambios en tu entorno te ayudará a identificar los cambios en tu interior. ¡Esto constituye un maravilloso ejercicio de observación y autodescubrimiento!


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