A lo largo de mi vida he trabajado con diferentes deidades, bien sea porque han aparecido en mi vida de forma inesperada para traer algo que necesitaba en ese momento, bien porque he deseado trabajar con ellas algún aspecto de mi vida sobre el que regían.
Lo habitual en estos casos es establecer una devoción, es decir, una especie de contrato con la deidad en el que especificas cómo vas a trabajar con ella y qué esperas obtener de esta experiencia. El objetivo, por supuesto, es diferente para cada persona: acompañamiento en el día a día, potenciar en tu vida aspectos que encarna la deidad en cuestión, guía y protección del hogar y los seres queridos, disolución de bloques y problemas e incluso peticiones mucho más específicas y personales. En mi opinión, una de las actividades más interesantes a realizar durante estas devociones es una Guardia de la Llama.

¿Qué es una Guardia de la Llama?
Se trata de un pequeño ritual realizado de forma periódica en el que se enciende una vela al atardecer en el altar de la divinidad en cuestión y se mantiene encendida durante un determinado período de tiempo, generalmente toda la noche o veinticuatro horas. Esto te permite establecer un punto de encuentro con la divinidad y crear un espacio sagrado en el que disfrutar de su presencia y trabajar con ella.
Son muchas las personas que realizan una Guardia de la Llama a diferentes deidades, cada una de ellas con sus propias particularidades… ¡y ahí está lo bonito de participar en ellas! Por ejemplo, la Guardia de la Llama de Brigit se organiza en ciclos de 20 días en los que las personas van encendiendo sus llamas de forma encadenada, de manera que ésta nunca se apaga. Otras, como la de Afrodita, se encienden los viernes por la noche. Durante un tiempo yo mismo impulsé la Guardia de la Llama de Anubis, la cual se llevaba a cabo durante las noches de Luna llena.
¿Cómo puedo realizar una Guardia de la Llama?
Lo primero es tener claro qué tipo de Guardia vas a hacer y con qué deidad. Si vas a unirte a un grupo que ya está realizando una Guardia de la Llama, no tienes más que seguir las instrucciones. Si, por el contrario, la idea parte de una iniciativa personal, tendrás que establecer la periodicidad de la Guardia y su duración, así como las actividades que realizarás durante la misma.
A continuación, tendrás que erigir un altar a la deidad en cuestión. Puesto que una Guardia de la Llama suele formar parte de un trabajo devocional, es muy probable que ya dispongas de un altar en tu hogar. Si no es el caso, trata de conseguir una representación de la deidad con la que quieres trabajar, generalmente una imagen o figura, la cual puedes acompañar de algunos objetos relacionados. Un altar puede ser como tú quieras, pues constituye un reflejo de tu personalidad y de tu vínculo con la divinidad, aunque es recomendable ir a lo sencillo y no recargarlo en exceso. Las dos fotografías que encontrarás a continuación son de dos altares míos pertenecientes a una Guardia de la Llama de Anubis de 2016 y a una Guardia de la Llama de Brigit de 2017. Como puedes ver, son muy diferentes.
Necesitarás también una vela y, puesto que permanecerá encendida durante varias horas, lo ideal es que busques alguna lo suficientemente grande para que dure varias guardias. Es muy recomendable, si no imprescindible, colocarla en un lugar seguro y a salvo de accidentes: lejos de cualquier objeto inflamable y del paso de los animales de compañía. Si además utilizamos un portavelas o farolillo que la proteja bien, mucho mejor.

Una Guardia segura
Ante todo, hay que recordar que una Guardia de la Llama implica mantener un fuego encendido durante la noche, el cual no siempre podrá estar atendido. Por ello, me gustaría insistir en la importancia de ubicar la vela en un espacio seguro y de tener siempre algo a mano con lo que apagar un fuego en caso de accidente. Algo que acostumbro a hacer es llevarme la vela al dormitorio, donde la tengo mucho más controlada, pues en las noches de Guardia de la Llama acostumbro a tener un sueño bastante ligero.
Es muy importante no dejar una vela encendida en casa sin supervisión, por lo que si hemos de salir (por ejemplo al trabajo) en una Guardia de 24 horas, es preferible apagar la vela y recuperar las horas después que encontrarte tu casa calcinada al regresar.
Una solución intermedia a esto es el uso de las velas led durante el tiempo en el que la vela real no pueda estar encendida. Personalmente, no me gusta mucho utilizarlas porque siento que le quitan toda la magia a la devoción y no liberan la energía que libera una real, pero es una forma de dejar una luz encendida en el altar. En cualquier caso, una vela led no sustituye a una normal en este tipo de rituales: es muy importante empezar la Guardia de la Llama y realizar las actividades posteriores que decidas llevar a cabo utilizando fuego de verdad. El cómo continúe o termine la Guardia ya es una cuestión mucho más personal y depende de las circunstancias de cada uno y la seguridad del entorno.
Espero haber arrojado algo de luz sobre este tema del que hay tan poca información al respecto. Cualquier duda o idea que quieras compartir conmigo, ¡déjala en un comentario! Te contestaré encantado. Y si te ha gustado esta entrada, puedes estar al tanto de todas las novedades de Zona Arcana en nuestra página de Facebook.
Nuhmen Delos ~
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