Las aguas se desbordan en Litha y nos invitan a fluir con nuestras emociones en el momento del año en el que los días son largos y cálidos mientras acompañamos al Sol en su viaje a lo largo de nuestro cielo. ¿Cómo se celebra este momento de la Rueda del año según diferentes tradiciones paganas? ¿Cómo nos afectan las energías regentes de esta época? ¿Cómo honramos la unión de las aguas y el Sol en este momento tan especial? Cada persona lo vive de una forma muy particular, ofreciendo una infinidad de posibilidades de comprender y celebrar esta festividad. A continuación te invitamos a descubrir qué significa Litha para nosotros a través de estas reflexiones. ¡Esperamos que las disfrutes!
Reflexiones en torno a Litha
Una reflexión de Nuhmen Delos
Litha es la festividad que las gentes paganas celebramos para honrar el solsticio de verano, el día más largo del año en el que se festeja el auge de los poderes del Sol y la naturaleza. Con el astro rey alcanzando el cenit sobre el trópico de Cáncer a mediodía, Litha marca el comienzo de la temporada estival, en la que los días largos y cálidos invitan al descanso, a disfrutar del buen tiempo y las vacaciones. Es momento de celebrar, de fluir junto a los nuestros y de disfrutar de las aguas, que nutren nuestro cuerpo y nos refrescan durante el verano.
Esta época del año es para mí una invitación a conectar con mi propio centro. Siendo profesor, atrás quedan los días llenos de clases, evaluaciones y preocupaciones por acabar los temarios a tiempo. Durante las semanas siguientes al solsticio de verano, las cuales coinciden con mis vacaciones, aprovecho para reequilibrar mi vida y hacer que las aguas internas vuelvan a su cauce. Es entonces cuando siento que es el momento de trabajar más a fondo con mis sentimientos. Y es que cuando uno se encuentra en armonía consigo mismo, puede sumergirse en un íntimo viaje para trabajar con sus emociones. Por supuesto, no pueden faltar los interminables paseos por la playa, las zambullidas en el río o las duchas refrescantes al anochecer: son momentos sagrados que me hacen conectar con el agua y me recuerdan lo importante que es valorar los sentimientos y saber concederles su verdadera importancia. Quienes me rodean pueden pensar que esta es una época aparentemente poco activa a nivel espiritual para mí, pero el verdadero trabajo se está llevando a cabo en mi interior.
Para atraer a mi hogar la esencia de Litha, suelo decorar el altar con tonos azules y dorados para simbolizar la presencia de las aguas y la luz del Sol, elementos indiscutiblemente regentes de esta época. Velas azules titilan en la mesa durante las cenas, mientras que conchas y caracolas adornan algunas de las estanterías de mi casa en alusión al medio marino, que tanto significa para mí y que tan presente está en esta época. La arena pegada en mis pies y el bronceado de mi piel tras unos días bajo el sol completan la decoración perfecta para esta época.
Una reflexión de Bóreos
Siendo de una localidad costera, Litha es una festividad que asocio sí o sí a la playa. Hubo años que mis amigos del coven y yo llegamos a celebrar por separado Litha, la Noche de San Juan y hasta una Luna Llena, en tres días seguidos. Lo cierto es que esto me trae el recuerdo de que en cierta Luna Llena en torno al Solsticio la celebración quedó suspendida por una triste experiencia que tuvimos con una gaviota: ésta estaba irremediablemente herida, le faltaban las patas y se arrastraba con los muñones, sus alas estaban destrozadas y el pico roto. Se nos partía el alma de verla así, moribunda y sufriendo, y unos pescadores que allí estaban se ofrecieron a darle un final rápido para que no lo siguiera pasando mal. Para nosotros aquella noche fue un mal trago, tener que decidir sobre la muerte de una criatura, y una dura lección que la Diosa nos transmitió en aquel momento. Tantos años después, sé que el alma de aquella gaviota a veces sigue enviándome algunas señales y permanece en mis recuerdos.
Por suerte, las celebraciones del Solsticio de Verano en mi memoria también contienen recuerdos mucho más alegres: moragas (nombre que se le da en Málaga a las típicas fiestas en la playa) donde nos reuníamos, barbacoas deliciosas, hogueras y «juas» (muñecos hechos de cosas viejas) que hacíamos arder en ellas a la medianoche, mientras nos metíamos en el mar para limpiarnos y luego saltábamos sobre las llamas al menos tres veces. También ceremonias dedicadas al Astro Rey como una de las manifestaciones del Dios, sin dejar nunca de lado a la Diosa. Pero sobre todo, sentir la energía de tanta gente en los alrededores sumándose a un ritual ancestral en el que cada familia y grupo de amigos festeja y celebra la llegada del verano a su manera.
El año pasado me encontraba en Londres durante el Solsticio, y en esa ocasión lejos me quedaban las playas de Málaga. Pero pude celebrarlo en Green Park junto a dos queridos amigos que casualmente también estaban viviendo en aquella ciudad, haciendo una sencilla conexión con las energías solares y percibiendo que éstas se sienten algo diferentes según el lugar del mundo en el que estemos, lo que nos llevó a pensar que el territorio, su cultura y las energías relacionadas con ésta, y las entidades asociadas al Sol en ese lugar, afectan metafísicamente a la energía solar.
Estés donde estés…¡celebra el Solsticio a tu manera, no olvides dar gracias al Sol por ser una de las claves para la Vida, y festeja que llega el Verano con todas sus bendiciones!
Una reflexión de Cris Nenufar
Llega el Solsticio de verano y en la Tradición de la Diosa nos adentramos en el portal de las aguas. Estamos en una época en la que, al menos en nuestra tierra, el Sol brilla con fuerza, y cada vez hace más calor. Las lluvias son escasas en este tiempo, y nuestro cuerpo nos pide refrescarnos sumergiéndonos en el mar, los ríos, lagos o como mínimo en una piscina.
El calor que hace al principio de la tarde nos invita a dormir siestas en las que no solo podemos soñar, sino que además recordamos con más facilidad esos sueños que los de la noche. Por eso las Diosas de la Rueda de Iberia que rigen esta época del año están precisamente relacionadas con el agua, los sueños y la intuición. Noctiluca, diosa mediterránea del mar y la luna, y Navia, Diosa del norte de la península relacionada con las aguas dulces, son quienes nos acompañarán en este nuevo giro de la rueda.
El agua como elemento, representa nuestro hogar ancestral. Toda la vida de nuestro planeta surgió del agua. Antes de nacer, nos mecimos en las aguas del vientre materno. Por esto mismo el agua, como arquetipo, nos conecta con lo intuitivo, con el plano emocional. Durante esta época os animo a que trabajéis con vuestros sueños, apuntadlos para ver qué descubrís a través de ellos, y también que os dejéis guiar más por vuestra intuición. Hacedla caso con más frecuencia, y seguro que os llevará a lugares que jamás soñasteis descubrir. Es un buen momento también para trabajar vuestras emociones, entrenad vuestra inteligencia emocional, permitíos sentir, dejad que los sentimientos afloren, sin castrarlos, y descubriréis qué enseñanza os trae cada uno de ellos.
El solsticio de verano, además, es una de las noches más mágicas que tenemos en nuestro calendario. Al igual que en Samhain, es un momento en el que el velo que separa los mundos desaparece, pero, si en Samhain somos nosotros quienes recibimos las visitas de aquellos que habitan en planos distintos al nuestro, en Litha somos nosotros quienes podemos atravesar el portar en sentido inverso. Por este motivo, abundan las leyendas de hombres y mujeres que, durante la noche del solsticio, llegaron hasta el mundo de las hadas, o tuvieron encuentros con estas criaturas mágicas –aunque no tan adorables como nos las presenta Disney–. Dentro de nuestro folclore, concretamente, podemos encontrar innumerables historias de las “Moras Encantadas” o “Leyendas de Encantadas”. Mujeres de largos cabellos que siempre aparecen peinándose junto a una fuente, río o manantial en la noche del solsticio. Son las xanas, anjanas, lamiak, donas d´aigua… Os invito a hacer la prueba, y buscar entre los mitos y leyendas de vuestra región, alguna historia relacionada con una misteriosa joven que se aparece la noche de San Juan (que es el nombre que los cristianos dieron a la fiesta pagana). Yo encontré una historia muy bonita con estos elementos que sucedía en mi tierra, en la Sierra de Gredos.
Os deseo que tengáis una mágica noche de Solsticio.
Gracias a Bóreos y Cris Nenúfar por animaros a participar en este proyecto y compartir vuestros pensamientos en torno a esta festividad. Sin vosotros, esto no hubiera sido posible.
Y a ti, que has leído nuestras reflexiones sobre este Sabbat, te deseo un muy feliz Litha. Si quieres descubrir el resto de entradas de Zona Arcana sobre esta festividad, puedes encontrarlas aquí.