Cuando pensamos en ingredientes con el objetivo de preparar alguna receta para Samhain, la calabaza es uno de los primeros que se nos viene a la mente. Durante esta festividad, la calabaza no solo se convierte en un ingrediente estrella en nuestras cocinas, sino que también se carga de simbolismo en una de las noches más mágicas del año. ¡Y por eso hoy os propongo esta deliciosa tarta de queso y calabaza!
La historia de la calabaza de Halloween se origina en Irlanda, donde se tallaban nabos como linternas. Inicialmente esto se hacía para ahuyentar a los espíritus malignos en la noche de Samhain y posteriormente para recordar la leyenda de Jack el tacaño. Jack fue un personaje astuto que engañó al diablo en repetidas ocasiones y por ello, cuando murió, no pudo entrar al cielo ni al infierno. Atrapado entre los mundos, Jack tuvo que vagar por la oscuridad con una linterna hecha de un nabo hueco iluminado por un carbón ardiente. Cuando los inmigrantes irlandeses llegaron a América, adoptaron las calabazas, más abundantes y fáciles de tallar, como sustituto de los nabos para crear sus linternas.
Es por ello por lo que actualmente la calabaza se utiliza para protegerse de los espíritus que deambulan entre los mundos y energías no deseadas en el hogar, así como para disipar la oscuridad durante la época de Samhain, una de las más oscuras del año. También es considerada una hortaliza que brinda abundancia, fertilidad y conexión con los ciclos de la naturaleza. Ya sea tallada en una linterna o convertida en un postre delicioso, la calabaza es un símbolo icónico de una de las noches más tenebrosas del año. ¡No hay mejor receta para Samhain que esta tarta de queso y calabaza!
Ingredientes para esta receta de Samhain
Los ingredientes necesarios para esta receta son los siguientes:
Para la base
- 250 g de galletas
- 125 g de mantequilla
Para el cuerpo de la tarta
- 300 g de calabaza cocida
- 400 g de queso en crema tipo Philadelphia
- 100 – 150 g de azúcar
- 4 huevos
- 1 cucharadita de canela en polvo
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 1 cucharada de harina de repostería
Preparación de la tarta de queso y calabaza
Comenzamos pelando la calabaza y cortándola en cubos de unos 3-4 centímetros. A continuación, los ponemos en un recipiente apto para microondas y calentamos durante 8-10 minutos para que se quede bien cocida. Sabremos que la calabaza está en su punto cuando al pincharla con un tenedor tiene una consistencia blanda.
Mientras tanto, preparamos la base de nuestra tarta. Calentamos la mantequilla a baja potencia hasta que se derrita y trituramos las galletas en una batidora de vaso o en un robot de cocina hasta reducirlas a polvo. Una vez hecho esto, mezclamos la mantequilla derretida con las galletas hasta formar una masa homogénea. A continuación, volcamos la mezcla en el molde desmontable y la extendemos para cubrir toda la base mientras presionamos con una cuchara para compactar y nivelar la base. Una vez hecho esto, metemos el molde en la nevera.
Ahora vamos a preparar el cuerpo de la tarta. Mientras precalentamos el horno a 180ºC, batimos la calabaza cocida, el queso crema y el azúcar hasta tener una mezcla homogénea. Cuando esté lista, vamos añadiendo los huevos uno a uno mientras seguimos batiendo. Para terminar nuestra mezcla, añadimos la canela en polvo, la esencia de vainilla y la cucharada de harina. Batimos de nuevo durante al menos un par de minutos para integrar bien todos los ingredientes.
Sacamos el molde de la nevera, vertemos con cuidado la mezcla que hemos preparado y lo metemos en el horno durante unos 50 minutos. Hay que tener en cuenta que la tarta se hinchará mucho durante el horneado, lo cual es algo normal: se deshinchará cuando se enfríe. Si a partir de los 30 minutos vemos que se está tostando demasiado por arriba, podemos cubrir con un papel de aluminio para evitar que se queme.
Cuando la tarta esté lista, apagamos el horno y abrimos levemente la puerta para que se atempere poco a poco durante una media hora. Después, la sacamos dejamos que se enfríe a temperatura ambiente sobre una rejilla. ¡No hay que desmoldarla ahora!
Finalmente, cubrimos el molde con papel de aluminio o film transparente y guardamos nuestra tarta en la nevera durante varias horas o, mejor aún, durante toda la noche. Esto mejora significativamente su sabor, así que lo mejor es prepararla el día de antes. Desmoldamos nuestra tarta de queso y calabaza cuando vayamos a servirla. Es recomendable sacarla de la nevera unos 15 minutos antes de comerla. De esta forma, no estará tan fría y se apreciarán mejor los sabores.
¡Espero que te haya gustado esta receta para Samhain! Si deseas descubrir más recetas, no te pierdas esta entrada con el menú para Samhain. También puedes ver todas las recetas que hay publicadas en el blog accediendo al Recetario de Zona Arcana. ¿Quieres saber un poco más sobre Samhain? Haz click aquí.