A lo largo de los últimos meses he observado una curiosa paradoja, especialmente dentro de estos mundillos brujeriles llenos de energías, velas, rituales y demás elementos mágicos. Parece ser que últimamente muchos quieren destacar en su ámbito dentro del Paganismo, haciendo ver por todas las redes sociales lo místicos y espirituales que son, mostrando la cantidad de altares devocionales que tienen en casa, fotografiando todas las velas que encienden para lograr la paz en cualquiera de sus dimensiones, anunciando sus retiros espirituales que implican una desconexión de las redes cada tres días y compartiendo anécdotas de sus deidades patronas a diario, las cuales parecen más compañeras de piso que deidades.
Esto me recuerda mucho al comportamiento de los chulazos de gimnasio. Sí, esos que levantan pesas de cien kilos entre gemidos que se oyen en toda la sala, los cuales no sabes si son fruto del esfuerzo realizado, de un estreñimiento crónico o de un orgasmo mal disimulado producido por el inmenso placer de mostrar su musculatura mientras levantan una pesa. Esos mismos que tras su sesión se beben un batido de proteínas en una botella más grande que la jarra de agua que guardas en tu nevera mientras se pasean por todo el gimnasio hablando de lo dura que ha sido su sesión de gemidos entrenamientos de hoy y alardean de su físico caminando delante tuya mientras intentan marcar todos los músculos de su cuerpo, lo cual les hace andar como si tuvieran escozor de axilas y entrepierna.
En cualquiera de los dos casos, ya sea chulo-pagano o un chulo-gym, la impresión que causan es la misma dentro de sus respectivos ámbitos. Para aquellos que están comenzando su camino espiritual o que no tienen demasiada autoestima o confianza en sí mismos, el chulo en cuestión es una figura estrella, alguien a quien imitar y a quien querer parecerse en el futuro, e incluso no pueden parar de preguntarse cuál será su secreto para haber llegado a ese estado físico o espiritual tan maravilloso. Para los que llevan más tiempo, nuestro querido chulo no es más que una persona un tanto vacía, que ha potenciado mucho uno de los aspectos de su vida y la ha convertido casi en un espectáculo social, pero que ha descuidado por completo todo lo demás. Y esto es un problema, porque estamos creando un déficit muy serio en nuestra propia existencia.
Siempre he dicho que encuentro imprescindible lograr el equilibrio entre lo físico y lo espiritual o, en términos más conocidos, el cuerpo y la mente. Y es que uno no puede alcanzar su potencial sin el otro. Aquellos que me conocen me habrán escuchado decir mil veces que si eres pagano y deseas una vida plena y en condiciones, tan necesario es comer, entrenar y descansar como meditar, conocerte a tí mismo y sintonizarte con las energías de tu entorno. Ambos aspectos son totalmente complementarios, y el trabajo intenso en uno genera la acción en el otro.
Así que hago un llamamiento a la cordura y el sentido común. Los excesos nunca son buenos, ni en el aspecto físico ni en el aspecto espiritual de nuestra existencia. Hay que recordar que, ante todo, somos personas viviendo en el siglo XXI y no atletas consagrados a la participación en los Juegos Ístmicos, ni tampoco Sumos Sacerdotes del Templo de Karnak que viven en un retiro espiritual permanente. Ante todo, equilibrio, que hay tiempo para desarrollar todas las potencialidades de nuestro ser. Alcancemos el necesario equilibrio entre lo físico y lo espiritual.
Nuhmen Delos ~