Analizando los 13 principios de la creencia wiccana – Parte III
Analizando los 13 principios de la creencia wiccana – Parte III

Analizando los 13 principios de la creencia wiccana – Parte III

¡Aquí está la tercera y última parte de esta serie de entradas sobre los trece principios de la creencia wiccana! Como ya sabes, este es un importante documento para muchos paganos en el que se recogen las principales creencias comunes a muchas tradiciones y grupos, pero no todo el mundo se ha parado para pensar sobre las implicaciones y el significado de estos principios, por lo que he escrito una serie de entradas reflexionando sobre ellos.  En la parte I analicé del primer al cuarto principio y en la parte II abordé del quinto al octavo. En esta entrada veremos del noveno al decimotercero, de forma que concluiremos este análisis. ¡Vamos allá!

Analizando los trece principios de la creencia wiccana

Noveno principio

Creemos en la afirmación y la realización vital en continua evolución y desarrollo de la conciencia, lo que le da sentido al universo conocido y a nuestro papel personal dentro de él.

Los paganos tomamos como objetivo de vida la realización personal, que consisten en alcanzar las condiciones necesarias para sentirnos satisfechos con nuestra existencia, de modo que no queremos o necesitamos nada más porque nuestros deseos y necesidades básicas se han cumplido.

A través de nuestras prácticas espirituales, tratamos de alcanzar nuestro máximo potencial como individuos, lograr el éxito en todo cuanto nos propongamos y construir una vida feliz de la que podamos estar orgullosos. Esto nos lleva a desarrollar nuestra propia conciencia y nos ayuda a entender el papel que desarrollamos en nuestro entorno. Dicho papel no solo se refiere a nuestro ámbito familiar, sino también a muchos otros ámbitos en los que podemos actuar para hacer de este un mundo mejor: en nuestro vecindario, en el trabajo, en nuestro grupo de amigos, en alguna asociación en la que participemos, en un proyecto internacional… sea donde sea, si disfrutamos de una vida plena, podremos desempeñar adecuadamente el papel que hayamos decidido asumir.

Décimo principio

Nuestra única animosidad hacia la Cristiandad o cualquier otra religión o filosofía de vida es debido a que estas instituciones se han proclamado «el único camino» y han buscado la negación de la libertad de los demás y suprimir otras formas de práctica y creencia religiosa.

Los paganos no estamos en contra de los cristianos o de los seguidores de cualquier otra religión. De hecho, pensamos que cada cual ha de encontrar sentido a su existencia a través de la religión, camino espiritual o forma de vida que más le resuene. Por eso mismo, no contemplamos con demasiado agrado a aquellas instituciones que afirman ser la única opción correcta, ni tampoco simpatizamos con aquellas personas que afirman que solamente su dios (o dioses) son los verdaderos.

Además, dado que nuestro camino espiritual nos lleva a la realización personal, no estamos de acuerdo con aquellas filosofías de vida que priven de libertad a las personas, pues consideramos que dicha privación de la capacidad de actuar por voluntad propia impide desarrollar todo nuestro potencial.

Undécimo principio

Como brujos/as americanos/as, no nos sentimos amenazados por los debates sobre la historia del Arte (Brujería), los orígenes de determinados términos, los orígenes de aspectos variados de diferentes tradiciones. Nos preocupamos de nuestro presente y nuestro futuro.

Los paganos somos muy conscientes de que el tema de la brujería es continuo objeto de debate y, por ende, también lo son nuestras prácticas. Mucho se ha hablado sobre la historia de la brujería y de algunas tradiciones paganas/wiccanas, así como también se ha cuestionado la veracidad de nuestros ritos y el significado de los mismos. También se ha discutido largo y tendido acerca de la procedencia de algunos términos que utilizamos con frecuencia, como los nombres de nuestras festividades o de ciertas herramientas.

Sin embargo, dada la amplia diversidad de tradiciones y camino dentro del paganismo, asumimos que puede haber diferencias entre las prácticas y las opiniones de las gentes paganas. Siendo conscientes de este hecho, nos enfocamos en el desarrollo de nuestro camino espiritual en el aquí y el ahora, manteniendo en mente siempre ciertas perspectivas de futuro. Al fin y al cabo, ¡no queremos que nuestro legado se extinga sin más!

Duodécimo principio

No aceptamos el concepto del mal absoluto, ni rendimos culto a ninguna entidad denominada «Satán» o «El Diablo», tal y como han sido definidos por la tradición Cristiana. No buscamos poder en el sufrimiento de otros, ni aceptamos que el beneficio personal pueda ser obtenido a través de la negación del beneficio de otra persona.

Los paganos hemos sido acusados en numerosas ocasiones de rendir culto o de tener pactos con Satanás o con el Diablo. De hecho, ¡todavía se muestra así en muchas novelas y series de televisión, contribuyendo así a una imagen equivocada de las creencias paganas! Nada más lejos de la realidad: el Diablo es un ser vil y tentador que representa el mal dentro del Cristianismo… ¡y los paganos no somos cristianos! Durante muchos siglos los paganos fueron acusados por la Iglesia católica de pactar con el Diablo al ser considerados como personas alejadas del camino “bueno o correcto” y, por tanto, encontrarse alineados con el mal (al fin y al cabo, no se contemplaba la brujería como algo positivo). Y puesto que el Diablo es la representación arquetípica del mal dentro del Cristianismo, es lógico pensar que se realizara dicha asociación.

En cualquier caso, dado que los paganos honramos la naturaleza y los ciclos de la vida, no simpatizamos con aquellas creencias o prácticas que impliquen el sufrimiento de otros seres vivos o que les cause cualquier tipo de perjuicio. Del mismo modo, no nos aprovechamos de los demás en nuestro propio beneficio.

Decimotercer principio

Creemos que deberíamos buscar en la naturaleza lo que contribuya a nuestra salud y bienestar.

Los paganos encontramos en el medio natural todo aquello cuanto necesitamos. Desde el alimento que nos aporta los nutrientes necesarios para sobrevivir hasta los compuestos químicos presentes en ciertas plantas que nos ayudan a eliminar la enfermedad, pasando por una enorme cantidad de materias primas, la naturaleza nos aporta todo lo indispensable para garantizar nuestra existencia a lo largo del tiempo.

Es por ello por lo que el culto a las fuerzas de la naturaleza y sus ciclos es una parte esencial del paganismo. De ahí que nos preocupemos por su protección y preservación en un mundo que busca el crecimiento y el desarrollo a expensas de explotar el medio natural. Los paganos reconocemos la sacralidad de la naturaleza y, en muchos casos, la identificamos con lo divino, de forma que encontramos en ella nuestro origen y también nuestro final. ¿Cómo no querer ser sus guardianes?


Si quieres leer el resto de entradas sobre los trece principios de la creencia wiccana, puedes hacerlo a través de los siguientes enlaces:


Imagen de bunditinay en Freepik.


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