Este mini ritual de Samhain llamado la llama del recuerdo eterno forma parte de una serie de entradas de Zona Arcana en las que se plantean pequeños rituales para cada una de las festividades de la Rueda del año utilizando una vela como elemento básico. Tanto si no te es posible celebrar Samhain de forma habitual por falta de tiempo, como si estás buscando algún acto de poder para incorporarlo a un ritual más largo, este mini ritual de Samhain es para ti.
Si estás buscando más ideas para tu celebración, en esta entrada tienes 50 actividades para realizar en Samhain.
Objetivo del ritual
Honrar a nuestros ancestros a través de sus recuerdos.
Preparación y materiales necesarios
Para llevar a cabo este ritual es recomendable que erijas un altar de Samhain, ya que así podrás conectar íntimamente con las energías de este momento de la Rueda del año. Además de los objetos y herramientas que utilices habitualmente en tus ceremonias, necesitarás lo siguiente:
- Trozos de papel
- Un lápiz
- Hilo o cordel
- Alcohol de quemar
- Recipiente resistente al calor
- Encendedor o cerillas
- Una vela blanca

Ritual de Samhain: la llama del recuerdo eterno
Una vez que tengas todo preparado, sitúate frente a tu altar y dedica unos minutos a despejar tu mente de los pensamientos cotidianos y centra tu intención y tus energías en el ritual que estás a punto de comenzar. Enciende las velas del altar y permanece un instante contemplando la atmósfera mágica que has creado.
Si así lo deseas, puedes trazar el círculo mágico para contener y trabajar cómodamente las energías que se van a mover durante el ritual. También puedes realizar invocaciones que consideres necesarias: hay quien invoca a los Guardianes de los Elementos, al Dios y la Diosa, a sus guías o incluso a las divinidades que tenga asociadas a cada punto de la Rueda del año. Elegir a quién invocas y en qué orden es una decisión completamente personal.
A continuación, adopta una postura cómoda y piensa en tus ancestros, esos seres queridos que han fallecido y ahora te acompañan desde el otro lado del velo. A tu mente acudirán numerosos nombres, rostros del pasado y recuerdos de situaciones vividas tiempo atrás.
Escoge uno de los ancestros que haya venido a tu mente y, con el lápiz, anota su nombre en un trozo de papel. Trata de evocar momentos que hayáis vivido juntos, anécdotas que al recordarlas te hagan sonreír, qué enseñanzas trajo a tu vida… reflexiona sobre el impacto que ese ser querido dejó en tu vida y cómo mantienes vivo su legado.
¿Recuerdas algún momento en especial?
¿Transmites sus enseñanzas y valores?
¿Adoptaste alguna de sus costumbres?
¿Posees algún objeto que le perteneció?
¿Hablas con frecuencia de ese ser querido?
¿Cómo de importante era para ti?
Si tras este momento de reflexión viene algo a tu mente, plásmalo también en el papel junto al nombre. Puede ser un símbolo, una palabra, una frase que dijera, una fecha, un apodo…
Ahora, enrolla el trozo de papel formando un pequeño canutillo. Átalo dando varias vueltas con el hilo mientras sientes cómo todos esos momentos, reflexiones y enseñanzas son el combustible que mantiene viva la esencia de ese ser querido. Cuando hayas terminado, lleva el canutillo de papel a tu corazón durante unos instantes y después colócalo junto al altar.
Haz lo mismo con cuantos ancestros desees. Una vez que hayas terminado, coloca todos los canutillos de papel en el recipiente resistente al calor como si colocaras los palos de una pequeña hoguera. Vierte un poco de alcohol de quemar en el recipiente y, con mucho cuidado, enciende el fuego con la ayuda del encendedor o las cerillas.
Verás cómo las llamas brotan y se avivan al quemar los canutillos. Los momentos, reflexiones y enseñanzas de tus ancestros que has plasmado los canutillos de papel se transforman en fuego e irradian su luz en esta oscura y mágica noche de Samhain. Antes de que se extinga el fuego, acerca la vela al fuego y enciéndela.
Esta es la llama del recuerdo, encendida con la memoria de quienes te acompañan desde el otro lado del velo. Colócala en un lugar seguro y déjala encendida durante el resto de la noche para guiar a tus ancestros de vuelta a casa.
Ahora, dedica unos minutos a reflexionar sobre tu linaje. ¿Qué has recibido de tus ancestros? ¿Qué quieres transmitir tú a quienes vengan detrás de ti? ¿Cómo quieres que te recuerden? Si lo deseas, anota tus reflexiones en un papel o en tu diario mágico.
Para terminar, despide a las entidades que hayas invocado al comenzar y abre el círculo, si lo has trazado, para permitir que las energías contenidas durante el ritual fluyan y se dispersen. Come algo dulce para volver a conectarte con la tierra y después apaga todas las velas que hayas encendido, excepto la que contiene la llama del recuerdo, que ha de quedar encendida durante toda la noche.
¡Feliz Samhain!
Nuhmen Delos ~
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Foto de Nuhmen Delos para Zona Arcana.
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