La historia de quienes nos hemos interesado por el Tarot en algún momento comienza casi siempre de la misma manera. Llega un nuevo mazo a nuestras manos, lo abrimos y nos gusta, así que decidimos utilizarlo durante una temporada. Para familiarizarnos con él, estudiamos los significados que aparecen en el librito que viene junto a las cartas. Poco después, comenzamos a hacer nuestras primeras lecturas, pese a que no nos veamos profundizando en el significado de las cartas del Tarot.
Si se trata de una de nuestras primeras barajas, la distancia entre las expectativas y la realidad es, desgraciadamente, enorme. Y es que, aunque nos hayamos aprendido el significado de cada carta a la perfección, las lecturas no son satisfactorias. La mente se bloquea al revelarlas y la interpretación de las mismas es imprecisa. El silencio se apodera de la estancia mientras nuestro consultante nos contempla con impaciencia. Cuando por fin comenzamos a hablar, la lectura carece de ritmo y fluidez o el discurso es incoherente.
¿Te suena esta historia? Seguro que sí.

Aprendiendo de forma equivocada
El problema radica en cómo aprendemos a leer las cartas. Cuando damos nuestros primeros pasos con el Tarot, resulta tentadora la idea de memorizar los significados de las cartas que vienen en el librito y explicarlos a medida que revelamos cada una de ellas. Otra idea tentadora es la de anotar las palabras clave de cada carta en un cuaderno y elaborar una interpretación en torno a ellas. Si bien hacer esto no es algo malo, no es del todo recomendable si queremos realizar buenas lecturas.
Por un lado, estas técnicas tiene sus limitaciones. Al considerar cada arcano del Tarot como un concepto individual e inmutable, no trazamos conexiones entre todas las cartas que han sido reveladas durante la tirada. De esta forma, olvidamos que las interpretaciones pueden variar ligeramente en función del resto de cartas presentes.
Por otro lado, la destreza leyendo el Tarot mejora al forjar un vínculo con nuestra baraja. Esto se logra profundizando en el significado de cada carta y asignándole nuestros matices personales, más allá de los conceptos que todo el mundo suele asignarle. Así, podremos descubrir qué elementos, símbolos y palabras de cada una de las cartas de nuestro Tarot nos llaman de alguna forma y nos ayudan a interpretarla mejor.
Profundizando en el significado de las cartas del Tarot
Esta tarea de profundización puede parecer larga y complicada, y quizá lo sea, pero por la paciencia y constancia que se necesitan para ello. Dicho esto, ¿cómo podemos ahondar en el significado de las cartas del Tarot?
Identifica la primera impresión que te produce cada carta
Para comenzar, trata de obtener una primera impresión general. Tras contemplar la carta sin profundizar en los detalles, ésta debería transmitirte algo. ¿Te produce una buena impresión? ¿Tal vez te incomoda? ¿Da la sensación de ocultar algo? ¿Transmite gozo o alegría? ¿Evoca pena o sufrimiento? ¿Es posible sentirse identificado con la carta? ¿Qué contextos de la vida cotidiana parece representar?
Analiza la carta en su conjunto
Posteriormente, obsérvala con un poco de mayor detenimiento. ¿Qué colores predominan? ¿Qué formas aparecen con mayor frecuencia? Quizá la presencia de tonalidades rojizas nos recuerde al elemento Fuego, asociado a la fuerza, las decisiones, la pasión o la valentía… Es posible que sean algunos posibles significados ocultos de la carta. Por el contrario, formas onduladas y curvas, acompañadas de colores azulados simbolicen el Agua y sus características, como la fluidez, la curación, el poder psíquico o el amor. Formas cuadriculadas podrían indicar rigidez, mientas que las circulares pueden denotar cambios o acontecimientos que ocurre en forma cíclica.
Explora los detalles y profundiza en su significado
Una vez obtenida la idea general, es el momento de profundizar en el significado: ¿Qué elementos de la imagen pueden tener relación con la interpretación de la carta? ¿Hay algún ser u objeto que llame especialmente la atención? Pequeños detalles de las cartas pueden darnos las claves de su significado: el perro del Loco o los animales de la Rueda de la Fortuna no están por simple decoración, sino que tienen su propia importancia en la representación de la carta, e incluso ayudan a matizar su significado. Muchas cartas también tienen un nombre propio en la parte inferior que puede ayudarnos a recordar diversos aspectos que representan en la tirada, las energías que mueven y sus posibles significados.
Establece conexiones entre las cartas
Finalmente, es necesario recordar que no se pueden analizar las cartas de forma individual a lo largo de la tirada, sino que hay que buscar las relaciones entre ellas, pues muchas veces son esas relaciones entre las cartas la respuesta a nuestras preguntas. No puede analizarse cada carta como algo aislado del resto: a veces una visión general a las cartas extraídas antes de comenzar a interpretar puede ser muy útil.
Anota tus progresos
Si hacemos esto con cada carta, estaremos profundizando en el significado de las cartas del Tarot. Teniendo todas estas ideas en mente, es bueno tener un cuaderno en el que reflejar nuestro trabajo personal con nuestro Tarot. En él podemos escribir los significados que hemos extraído al analizar las cartas, qué han representado en tiradas que hayamos realizado e incluso detallar los símbolos que contienen las claves de la interpretación de la carta. ¡Así tendremos una excelente guía hecha por nosotros que podemos consultar en caso de dudas!
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