Descubriendo a la Diosa de la Tierra de Avalon
Descubriendo a la Diosa de la Tierra de Avalon

Descubriendo a la Diosa de la Tierra de Avalon

Una de mis tareas como Sacerdote de Avalon en entrenamiento es descubrir las diferentes manifestaciones de la Diosa en el paisaje y conectar con sus energías. Durante mi octavo fin de semana de entrenamiento estuve trabajando con el arquetipo de la Diosa de la Tierra, que en la Rueda de Avalon se muestra como Nolava de la Tierra, Banbha, Brigantia y la morgen Moronoe, entre otros muchos rostros.

Diosa de la Tierra de Avalon
Representación de Nolava de la Tierra en el altar del Goddess Hall

Pasear por los alrededores de Glastonbury es caminar por la Tierra de Avalon. A medida que uno se aleja del centro del pueblo y se adentra en la naturaleza, puede percibir cómo hay una energía especial flotando en el ambiente. Y ese día se notaba aún más…

Era 23 de septiembre, estábamos justo en el equinoccio de otoño, día en el que, además, tendría lugar mi ceremonia de dedicación como Brother of Avalon (Hermano de Avalon) justo al anochecer. Quería centrarme y conectar con las energías del lugar en un día tan especial, así que decidí levantarme muy temprano para dar una larga caminata por la Isla sagrada antes de empezar el día de entrenamiento en el Goddess Hall. Era una mañana fría y neblinosa, había llovido la noche anterior y el aire estaba cargado de humedad. Mientras deambulaba sin rumbo, mis pasos me llevaron al Tor. A medida que ascendía por la ladera de esta colina, empecé a escuchar un ruido lento de tambores, como si fuera el latido del corazón de la Tierra. Una vez arriba, descubrí que muchas más personas se habían reunido junto a los restos de la torre de San Miguel para ver el amanecer del equinoccio de otoño, momento en el que las fuerzas de la luz y la oscuridad se igualan, dando lugar al momento del año en el que el día y la noche tienen la misma duración.

Yo que buscaba la calma y la serenidad, sentí que el bullicio del Tor no era el ambiente que andaba buscando, así que descendí por otro de los caminos que serpentean por sus laderas. Y, de pronto, la sentí. Llegando ya a la base de la colina, algo llamó mi atención: era una energía antigua, profunda y que te anclaba a lo más profundo del lugar. Era la Diosa de la Tierra de Avalon, la que se manifiesta a través del paisaje en si mismo y se revela cuando caminas sobre su cuerpo. Alcé la vista y miré al frente: justo en ese momento el Sol asomaba por el horizonte, hecho que vino acompañado por un coro de gritos y tambores procedentes del Tor a modo de bienvenida a la nueva estación. La luz era anaranjada y arrancaba destellos dorados a las ramas de los árboles que rezumaban humedad y que poco a poco iban quedando desprovistas de hojas con la suave brisa del equinoccio de otoño.

Me adentré en el Orchard of Avalon, una pequeña huerta de manzanos que estaban repletos de los frutos que dan uno de sus nombres a este lugar: la Isla de las manzanas. Muchas de ellas estaban ya maduras, mientras que otras habían caído ya al suelo y comenzaban a descomponerse. Los hongos cubrían la piel y degradaban el dulce fruto, transformándolo en nutrientes que volverían a la tierra, alimentando de nuevo al árbol durante el próximo ciclo. Sus semillas quedarían enterradas y protegidas durante el invierno para posteriormente brotar en primavera y continuar el ciclo de la vida. Varios cuervos revoloteaban aquí y allá, anunciando la cercanía de Moronoe, la morgen del otoño. Y mientras paseaba entre manzanos, llegué a la conclusión de que esa era una de las enseñanzas de mi conexión con la Diosa de la Tierra de Avalon durante esa mañana. Todo es cíclico y todo sucede por alguna razón. Incluso un aparente fracaso puede alimentar un nuevo comienzo. Cuando a veces pensamos que la vida nos está enterrando, ¡realmente nos está sembrando para que podamos renacer!

Tras un maravilloso día de entrenamiento lleno de anécdotas con la maravillosa gente que ha sido parte de esta Primera espiral, tuvo lugar la maravillosa ceremonia de dedicación en la que entregamos nuestros votos a la Diosa en una ceremonia que nos transformó en Hermanas y Hermanos de Avalon. No revelaré nada por ser un secreto iniciático que debe ser experimentado en carne propia, pero sí puedo decir que fue una experiencia maravillosa. Pude sentir cómo el ciclo que comenzó en Samhain llegaba a su fin y, a la vez que se cerraba, nos abría un abanico de posibilidades. Con todo lo vivido y lo aprendido durante el año, ahora somos capaces de llevar las energías de Avalon con nosotros allá donde estemos.

Y ese ha sido el regalo que la Diosa me ha hecho este año: la posibilidad de manifestar un sueño y hacerlo realidad. Tras muchos años deseándolo, he podido realizar la Primera espiral del Priest/ess of Avalon Training. Ha sido un viaje por el cual estoy enormemente agradecido y que nunca olvidaré.

Nuhmen Delos ~


Foto de la Diosa de la Tierra realizada por Nuhmen Delos en septiembre de 2023 durante el octavo encuentro del Priest/ess of Avalon Training. Si deseas leer más reflexiones fruto de mi entrenamiento, aprender sobre los lugares sagrados de Avalon, conocer a las Diosas de su Rueda y seguir mis pasos por la Isla sagrada, haz click aquí.

© Todos los derechos reservados.


¿Te ha gustado? Comparte esta entrada

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error: